En Argentina un niño fue registrado bajo el nombre de 'Lucifer', pues para Santa Fe, lugar donde nació el menor, este apelativo deriva del latín y tiene como significado 'portador de luz', por lo que cumple con las reglas del Registro Civil.
A pesar de que el nombramiento del niño ha generado controversia por lo que representa en el sentido religioso, para la provincia argentina es simplemente tomado en cuenta como una derivación de una lengua, algo que se permitió con el cambio de reglas del código civil de Santa Fe, que permite que los padres nombren a sus hijos con palabras autóctonas o aborígenes.
A pesar de que en esta parte del país sudamericano el nombre fue aceptado, otras zonas argentinas están rechazando este tipo de apelativos para los recién nacidos.