En la vida laboral de una persona es normal que se presenten incapacidades debido a diversas enfermedades o padecimientos, sin embargo, una mujer consiguió una que nadie esperaba, por ser alérgica al Wi-Fi.
Un tribunal francés dictó que la afectada, de 39 años, debe recibir pagos mensuales, ya que sufre de hipersensibilidad a esta y otras ondas electromagnéticas.
Para convencer a la corte, Marina Richard reveló que sufre dolores de cabeza y problemas del corazón debido a este tipo de tecnología, razones por las cuales, vive desde 2010 en un granero rural.