Frédéric Desnard, un francés de 44 años, decidió demandar a la empresa de perfumes Interparfums al considerar que su trabajo era demasiado aburrido.
"Cada día salía del trabajo con una sensación de desesperación. Solía llorar, pero nadie lo notaba porque que en realidad a nadie le importaba si estaba allí", explicó Desnard quien, según la agencia AFP, fue relagado de las responsabilidades de su puesto y se le asignaron labores ajenas a su puesto original.
El abogado del demandante alega que la falta de carga laboral generó una profunda depresión y eso es una variante de acoso laboral.
Por su parte, el representante legal de Interparfums, recriminó que el exempleado no diera a conocer su situación con anterioridad.
"El señor Desnard nunca dijo nada acerca de estar aburrido en ese periodo de cuatro años. Si efectivamente no tenía nada que hacer durante todo este tiempo ¿por qué nunca dijo nada?".