Albert San José, un cura filipino, fue suspendido de sus funciones en una iglesia ubicada en la ciudad de Binan, tras oficiar misa sobre una hoverboard, patineta eléctrica popularizada por distintos famosos.
Las redes sociales catapultaron dicho momento a la fama mundial, aunque no todo fueron buenas noticias para el sacerdote, quien tendrá que dejar de lado su innovadora idea por tratarse de una "distracción para la fe".
Según la Conferencia Episcopal de Filipinas, San José atentó en contra de la homilía, que aclara que toda misa debe ser lo más solemne posible, situación que evidentemente no acató el hombre del momento.