El proceso de Ricardo Ferretti al frente de la Selección Mexicana de Futbol vivirá su segunda prueba pública, ahora frente a un rival de mayores blasones que promete exigir al máximo a un equipo que viene de empatar a tres goles con Trinidad y Tobago.
La ciudad de Dallas albergará un cotejo en el que el Tri parece la víctima desde antes del silbatazo inicial; la probable ausencia de Lionel Messi, quien participó en la victoria de 7-0 que la albiceleste propinó a Bolivia, no parece suficiente para que la balanza se equilibre a lo largo de los 90 minutos.
Si algún factor puede estar en favor del conjunto mexicano es el apoyo de la afición que se haga presente al interior del AT&T Stadium, que se espera estará a reventar para presenciar el último partido de preparación del conjunto azteca antes de enfrentar a los Estados Unidos por un boleto para la Copa Confederaciones.
A menos de 24 horas de enfrentar a la Albiceleste, la Selección Mexicana fue complacida con una serenata al pie de la ventana del hotel de concentración donde se encontraban hospedados, hecho que podría inspirar a un conjunto que no contará con Francisco Javier Rodríguez, Henry Martín ni Paul Aguilar, todos por lesión.
El partido que fue reprogamado para las 21:30 horas, tiempo del Centro de México, pondrá a prueba todas las virtudes de los dirigidos por el Tuca, quien enviará al empastado su once inicial, comandado por una legión europea que asegura no temer a la Pulga, y mucho menos, a sus secuaces.