No es goleador, pero cuando logra anotar siempre festeja alzando los brazos al cielo. Jakub Blaszczykowski, mediocampista de Polonia, tiene un motivo más que especial para hacerlo.
Cuando tenía apenas 11 años de edad, Kuba vio cómo su padre apuñaló y asesinó a su madre. Dejó de hablar durante varios días debido al trauma que esto le ocasionó.
El papá de Blaszczykowski fue condenado a 15 años de prisión tras cometer este atroz crimen. "Sé que ese recuerdo me va a acompañar por el resto de mi vida, daría todo lo que fuera a cambio de que mi madre estuviera viva.
"Fue como si una roca hubiera caído sobre mi cabeza y una semana después despertara y tuviera que volver a comenzar con mi vida y sobre ponerme a todo como si nada hubiera ocurrido", señaló.