Para Sebastián Sosa no hay motivación más grande que su familia. Y es que sí el portero de Pumas ya tenía claro que su gente lo inspira, el 2022 fue un año que se encargó de poner su fortaleza a prueba y dejarle claro que, contrario a lo que pareciera, el futbol no es lo único.
"El 2022 es un año que indudablemente va a quedar marcado a fuego en mi vida. Empieza con el nacimiento de mi segundo hijo, continúa con que diagnostican a mi mamá con cáncer, y entre eso están las convocatorias a la Selección y llegar al Mundial.
"Fue una montaña rusa de emociones. Luego estando en el Mundial surge el fallecimiento de mi mamá; me queda el orgullo que me vio vistiendo la camiseta de Uruguay y que no era sólo mi sueño era de ella, de toda una familia, y terminando el año concreto mi llegada a Pumas, ella ya no supo que volvía a México, sí fue un año difícil y me ha tocado atravesar lo más complicado que es la pérdida de mamá", dijo a RÉCORD.
Y luego del dolor y experiencia que le dejó el Mundial de Qatar con Uruguay, hoy Sebastián lleva a su mamá durante los juegos, pues sus dos apellidos aparecen en su camiseta.
"Pedí que estuviera en mi camiseta y me está acompañando desde siempre en el corazón. Fue muy difícil. Lo único que me reconfortaba era, porque el futbol queda de lado, es secundario cuando surgen situaciones así, la familia siempre es lo primero, pero me reconfortaba mucho saber que era un sueño no sólo mío sino, es algo por lo que luchamos tanto y juntos lo pudimos lograr; saliendo de cada entrenamiento y llegando a la habitación era muy difícil sobrellevarlo y una de las cosas que me pidió mi madre antes de partir era que tenía que estar ahí, su mayor anhelo era que estuviera y lo disfrutara, también por ella fue", expresó.