La negociación entre la directiva de Pumas y el plantel está detenida, en el punto más complicado: el club busca generar el mayor ahorro posible en la nómina, mientras los futbolistas pretenden que el descuento que se pretende no sea 'abusivo' ni permanente. Tras las últimas charlas, no se vislumbra aún la solución, pues ningún lado cede.
Los dirigentes, encabezados por Leopoldo Silva, presidente de la junta del Patronato del Club Universidad, junto a Jesús Ramírez, presidente deportivo, y José Remírez, vicepresidente de operaciones y comercial, tienen un objetivo claro: poder saldar los casi 80 millones de pesos que necesita Pumas para encarar el segundo semestre de 2020. La estrategia apunta a que del sueldo de futbolistas saldrá el principal ahorro para poder cumplir con lo que queda del año.
En una última presentación que realizó la directiva con el primer equipo les plantearon la problemática de no tener afición en la tribuna, y que eso ha sido la “principal merma” en los ingresos, situación que no es tal y que los propios futbolistas cuestionaron.
La dirigencia aseguró que la falta de venta de cerveza y boletos les ha pegado más de la realidad. De entrada, por acuerdo con autoridades de seguridad pública, está restringida por horarios la venta del alcohol en el Olímpico 68, además de que por el tema sindical, los boletos tampoco generan las entradas de hace años. Hoy, el día del partido no es ni el 20 por ciento del ingreso total. Esto lo saben los futbolistas mejor enterados de lo que sucede en el club y lo expusieron en el grupo, por lo que la estrategia de negociación de la directiva sigue con el pie izquierdo.
Por otra parte, ante la falta de entendimiento y el temor a que no puedan contar con todos los elementos de primer equipo, Chucho Ramírez ha hablado con algunos de los juveniles para contar con reemplazos al empezar la Liga MX. Sin embargo, hay otro problema en el panorama: después de que Polo Silva accedió a tener filial de Pumas en Tabasco, la mayoría de jóvenes serán prestados los fines de semana para cumplir los compromisos de la Liga de Expansión, lo que reduce las opciones para completar al equipo de Míchel.
Del lado del plantel, hay una petición básica: que el descuento que se haga para encarar la siguiente temporada no sea permanente, sino que en la siguiente se busque recuperar lo perdido, es decir, que sea diferida la rebaja que se haga a los sueldos, planteamiento al que no cede aún la directiva.
Un único acuerdo que ya lograron líderes y extranjeros del primer equipo es que pidieron que no se toque a los jugadores que ganan menos, es decir, a los que perciben debajo de 50 mil pesos mensuales, situación a la que sí accedió el club.
Las negociaciones están detenidas ante falta de acuerdos, la realidad es que Pumas necesita encontrar la respuesta al boquete económico que se ha ensanchado con la pandemia sanitaria, y su única respuesta es adelgazar en extremo la nómina, solución que los jugadores piden que no sea la única, y que tampoco sea abusiva ni permanente.
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