Después de haber vencido a Cruz Azul 4-3 y con ello entrar al Repecjahe, Andrés Lillini, técnico de Pumas, compartió qué fue lo que habló con su equipo en el medio tiempo, pues estaban prácticamente eliminados porque estaban perdiendo por dos goles, por lo que el entrenador argentino les reiteró la confianza que tenía en ellos.
"Les dije que tenía fe en que podían sacarlo adelante, les dije unas cosas propias del futbol que no puedo decir ante los micrófonos, pero no fue por mí. Atiné los cambios, pero fue la garra de los jugadores de Pumas.
"Nos lo complicamos en el primer tiempo, pero con los pies en la tierra que no siempre suceden estas cosas y debemos corregir lo que hicimos mal. Sé de la euforia por la remontada y la jerarquía del rival de enfrente. Hay rivales que jerarquizan las victorias y éste era uno", dijo.
El entrenador auriazul reconoció que no esperaba que el duelo ante La Máquina se diera se esa manera, pero al final logró resolverlo.
"No visualicé este partido como el del primer tiempo. Es difícil ver que te hacen tres goles en las primeras llegadas y se derrumba lo planeado. Con Santos fue parecido el tema. Traté de estar tranquilo.
"Le dije a mis auxiliares que debía llegar al vestuario al medio tiempo y buscar una estrategia que nos diera vida. Con el periódico del lunes es fácil hablar, pero no me quiero colgar medallas. Cuando un rival te golpea tres veces de esta manera, te sacude, al menos a mí y empecé a pensar cómo darle vida a un equipo que iba a necesitar mucha energía", expresó el timonel, quien también explicó la importancia de tener a la afición apoyándolos.
"Siempre dije cuando no estaba la afición que perdíamos a un futbolista, el jugador 12. Cuando pierdes 3-1 al medio tiempo no es fácil. Yo he ido a ver a mi equipo y es triste. Hoy el aficionado acompañó al equipo. Luego cuando haces el gol sientes a la gente atrás y eso ayuda muchísimo. Se lo dedicamos a todos los que pagan un boleto, hacen un viaje y es una pequeña alegría de lo que les podemos dar".