El futbol ha estado siempre en la vida de los hermanos Corral, pues desde los cuatro y cinco años, cuando su papá los entrenaba con el equipo de la colonia se dieron cuenta de lo que el deporte significaría para ellos.
Incluso, desde su infancia Charlyn y George trabajaron para lo que son hoy, jugadores del Atlético de Madrid y el Puebla, respectivamente.
"Los dos empezamos por los equipos que mi papá hacia con los amigos de la cuadra el fin de semana, él nos entrenaba y desde chiquitos nos la vivíamos en la calle. Me gustaba mucho jugar con mi hermano, en los recreos también lo hacíamos y al principio lo hicimos como para practicar un deporte.
"Mi hermano desde niño decía que iba a ser futbolista y lo consiguió, desde la primaria mi hermano escribía en su cuaderno que quería ser futbolista", relató a RÉCORD.
En tanto que la delantera mexicana respecto a ella dijo que "Yo lo tuve claro en la secundaria. Hubo gente o por ejemplo profesores en primaria o secundaria, no entendían que una mujer jugara, me veían raro y no me creían que existía (el futbol femenil) era raro ver a una mujer futbolista, como que juzgaban pero me gustaba porque demostraba que sí sabía jugar", indicó.
Finalmente, Charlyn explicó cómo empezó su camino y el de su hermano, en Pumas: "Hasta los 11 años jugamos juntos, empezamos en una escuela de Pumitas, una de Irapuato, luego al Atlante, después mi hermano ya hizo pruebas y ahí ya no me dejaron entrar y me fui a una escuela de futbol femenil, y ahí cada quien tomó su rumbo".