En un desafortunado episodio que empañó la celebración del Centenario del Necaxa en el Estadio Victoria, durante el encuentro contra el Athletic Club, el juego se vio detenido debido a la aparición de un grito homofóbico proveniente de algunos sectores de la afición local.
Ante el resultado adverso de los Rayos, el grito ocurrió en dos ocasiones durante el desarrollo del partido, lo que llevó al árbitro central a tomar medidas enérgicas para detener las acciones y enviar un claro mensaje de rechazo a este tipo de comportamiento inapropiado en el futbol.
Tanto el árbitro como el sistema de sonido del estadio emitieron advertencias previas en un esfuerzo por evitar este tipo de manifestaciones discriminatorias. Sin embargo, ante la persistencia del grito, el colegiado se vio obligado a detener el partido temporalmente en un acto de firmeza en contra de cualquier forma de discriminación en el deporte. Aunque finalmente el partido pudo reanudarse.
Es importante resaltar que este no es un caso aislado, ya que el problema del grito homofóbico ha sido un tema recurrente en el futbol mexicano en los últimos años.
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