El anhelado título llegó a manos del León, su octava estrella ya es una realidad. Esta generación de La Fiera salió avante de las adversidades y se inscribió en la historia del club como el plantel responsable de aportar un campeonato más al palmarés de este equipo.
Y este lauro tiene un sabor particular, los Panzas Verdes ahora están a la par de uno de los denominados Cuatro Grandes del futbol mexicano: Cruz Azul. Con ocho trofeos de Liga a su nombre, consiguieron igualar la marca que ostentan los celestes, misma que desde hace 23 años no consiguen aumentar.
Tuvieron que pasar seis años para que los Esmeraldas y su fiel afición volvieran a saborear las mieles del máximo éxito en el balompié nacional, seis años en los que a pesar de instalarse en Liguillas el campeonato no se concretaba, seis años en los que estuvieron a un paso de poder alzar esta copa.
A pesar de haber perdido una final, siempre hay revancha y no hay lapso que no se cumpla. Lo que para algunos es cuestión de destino, para otros es el resultado del trabajo constante realizado semestre a semestre que finalmente consiguieron inscribir el nombre del León en letras doradas dentro de la historia de la Liga MX.
En medio de un torneo atípico y lleno de complicaciones que removió la normalidad de cada partido, con esta octava estrella los dirigidos por Ignacio Ambriz le dieron una alegría a sus seguidores que, sin importar la distancia, se mantuvieron siempre al pie del cañón y dando muestras de apoyo incondicional.