Hay tensión en La Noria. Ricardo Ferretti y Óscar Pérez están muy molestos porque no han podido planear el Apertura 2023 como ellos quisieran. Los celestes dieron de baja a varios jugadores y solamente han anunciado dos altas de forma oficial.
El Tuca y el Conejo pidieron ciertos refuerzos, pero los altos mandos de La Máquina trajeron los que ellos quisieron. El presidente Víctor Velázquez decidió ir de compras a Sudamérica y por recomendación de su gente cercana, Antonio Reynoso y Rafael Anzures, fichó a los colombianos Diber Cambindo y Kevin Castaño.
El único deseo que le cumplieron al Tuca fue contratar a Carlos Salcedo, con quien coincidió en Tigres y Bravos. El técnico brasileño hará lo que pueda con lo que tenga. Ricardo Ferretti también perdió a jugadores de experiencia, como el portero Jesús Corona y el defensa Julio César Domínguez, a quienes quería conservar.
La situación empeoró luego de las polémicas negociaciones entre Cruz Azul y Santos Laguna. Los cementeros querían contratar a Matheus Dória y Eduardo Aguirre, los tuvieron varios días encerrados en el hotel de concentración y finalmente los mandaron de regreso a Torreón porque, supuestamente, tuvieron problemas en los exámenes médicos y físicos.
Según, el defensa brasileño necesita un tratamiento por problemas hepáticos, mientras que el delantero mexicano podría volver a ser operado por hernias discales. Sin embargo, los dos negaron dicha versión y están entrenando con normalidad.
Hay mucha incertidumbre. Los aficionados del Cruz Azul están hartos por cómo se maneja su equipo, incluso, se están organizando para no apoyarlo. No piensan comprar el pase azul, ni mercancía oficial, como la nueva playera.
Por si fuera poco, también se están poniendo de acuerdo para no ir al Estadio Azteca en esta segunda mitad del año. No les agradó la idea de que regresara Jaime Oridales, quien por el momento solo está como asesor de Víctor Velázquez, aunque podría quitarle la dirección deportiva a Óscar Pérez, por su poca experiencia en el puesto.
