La salida de Juan Escobar de Cruz Azul se gestó a partir de lo que recriminó el paraguayo a Martín Anselmi, entrenador cementero, después de que eligió a los futbolistas de reciente ingreso al equipo, traídos por Iván Alonso, director deportivo. La pregunta clave de la afición cementera es una: ¿Qué le dijo?
El conflicto estalló después del partido amistoso contra Querétaro en pretemporada del sábado pasado, cuando Escobar no aguantó ver la elección que hizo el entrenador para el once titular base con el que se arrancaría el torneo. Y es que era bien sabido al interior del equipo, que uno de los foráneos de la defensa debería salir para dar oportunidad a otro arriba y, a Rotondi, y así cumplir con la regla de siete en campo. Juan se dio cuenta de que le tocó ser el sacrificado.
Lo reclamó a Anselmi, a quien le molestó en grande las palabras, por lo que comunicó el caso a Alonso y entre ambos buscaron su salida. El caso escaló a Víctor Velázquez, presidente cementero, quien pidió arreglar la situación hablando con el jugador para no tener que cortarlo. Sin embargo, a pesar de que Escobar charló largo y tendido con Anselmi en La Noria, y después los dos con Alonso, las palabras del paraguayo retumbaron fuerte en el área deportiva, que insistió en su salida y al fin logró que el mandamás de La Máquina también la aceptara.
¿Pero qué le dijo?
El mensaje clave que envió Escobar y que hizo que Anselmi y Alonso estallaran fue que le recriminó al entrenador su ética profesional al elegir alinear a los jugadores con los que tiene un supuesto conflicto de intereses, por sus representantes, a los que acusó estar ligados al técnico y encargado deportivo. “No soy parte del negocio”, explicó una fuente bien enterada de las palabras de Juan a RÉCORD. Le recriminó que no era justo apartarlo sólo por haber llegado como refuerzo en su nueva dirección, ‘por no tener un promotor ligado al entrenador y al directivo’.
Además, la fuente explica que Escobar incluso le echó en cara a Anselmi “tener un negocio inmobiliario en sociedad con Piovi en Argentina, por lo que es un conflicto de intereses”. Esa fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de Anselmi y de Alonso. El estratega estaba fúrico.
Después de las charlas en La Noria de este martes, y a pesar de la petición inicial de Velázquez de mantener al paraguayo, la dirección deportiva decidió que fuera el extranjero sacrificado y ya le busca acomodo fuera de Cruz Azul, a pesar de que tiene contrato aún hasta 2025.