A la víspera del décimo aniversario del Estadio Akron, Matías Almeyda recordó el día que conoció el inmueble, en donde dudó si cumpliría con las expectativas de un club tan importante como lo es Chivas.
“Desde el primer día que llegué, e la presentación estaba Jorge (Vergara) y otras personas, muchos ex jugadores del Campeonísimo que habían puesto la vitrina con trofeos. Fue algo emotivo para mí porque sabía de la responsabilidad de ser entrenador de Chivas. Con incertidumbre de si estaría a la altura y gracias a Dios salió todo bien. Lo que viví en Chivas fue fuerte”, reveló en Chivas TV.
El ‘Pelado’ admitió que uno de los momentos cumbre de su estadía en el banquillo rojiblanco surgió después del título de Liga del Clausura 2017, ya que le permitió dar una vuelta olímpica junto a su padre, quien previamente había sido operado del corazón.
“Ese estadio me ha hecho ser feliz, me hizo dar vueltas olímpicas con mi papá, vi ser feliz a mucha gente y me hizo conocer a una gran persona, Jorge Vergara, que es quien lo construyó y esa casa enorme.
“Era un momento especial y Chivas tenía años sin ser campeón. A mi padre lo habían operado del corazón y dentro de unas promesas era esa, dar una vuelta olímpica juntos. Me acuerdo del abrazo con mi papá, el abrazo con Jorge y Amaury. Después ese día me trajeron una chiva que Jorge criaba detrás del estadio”, finalizó Almeyda.
