La llegada de Tigres causó un caos a las afueras del estadio Akron, en donde cientos de aficionados se dieron cita para recibir, originalmente al Guadalajara.
Los seguidores rojiblancos formaron el tradicional pasillo para esperar la llegada de su equipo, y aunque éste transcurrió en tranquilidad y con cánticos de alegría, no fue lo mismo para los regiomontanos.
Los Felinos llegaron enseguida del Rebaño, pero además de bloquear su paso, recibieron insultos, golpes en el camión y objetos que les arrojaron, como latas de cerveza.
Se espera un duelo de alta tensión, no únicamente por lo que representan ambas aficiones, sino también por la intensidad que se espera dentro del campo.