Chivas insiste, pero no se le da. El Rebaño no consigue reconciliarse con la victoria; esta vez empató sin goles ante Pachuca en un encuentro en el que el arquero Miguel Jiménez se convirtió en la figura tras atajar un penalti que pudo haberle costado el resultado a su equipo.
Los intentos no faltaron por parte de la escuadra tapatía. Tan solo en la primera mitad del partido registraron ocho tiros totales: el primero de ellos corrió por parte de Ricardo Marín y momentos más tarde Ronaldo Cisneros también se probó, pero en ninguna oportunidad abrieron el marcador.
El encuentro se desarrolló con chispazos de emoción y varias faltas cometidas que por momentos cortaron el ritmo del juego; no fue sino hasta el complemento cuando de nueva cuenta Marín se probó frente al arco de Carlos Moreno, aunque una vez más terminó sin cumplir su cometido.
El sentir de la afición tapatía se hizo presente en dos ocasiones claras: la primera fue con aplausos durante el ingreso de Víctor Guzmán, ese jugador que no ha sido considerado como titular en los recientes encuentros del equipo a pesar de ser el primer capitán; y la segunda manifestación de los asistentes se dio cuando Alexis Vega pisó la cancha: el delantero fue abucheado en su propia casa.
Pero el momento crucial del cotejo fue llegado el minuto 80, cuando César Arturo Ramos pitó penalti a favor de los Tuzos, mismo que se encargó de cobrar Illian Hernández y que fue intervenido de manera exitosa por el ‘Wacho’, quien terminó convirtiéndose en el héroe de la noche y ovacionado por su público.
La falta de gol sigue cobrando factura en Chivas, que además parece no ha terminado de recuperarse anímicamente de haber perdido el Clásico Nacional, acumulando ya cuatro encuentros consecutivos sin poder ganar, posicionándose además como octavos de la clasificación.