El sueño rojinegro no termina. Tuvieron que esperar más de 70 años para volver a ser campeón, pero les tomó solo 6 meses para ser bicampeón, así la increíble historia de Atlas, que se coronó en el Hidalgo tras superar 2-3 en el marcador global a Pachuca.
Los Zorros sufrieron la Final, pero lograron repetir título y alcanzar a Pumas y León, únicos equipos bicampeones en los torneos cortos.
Romario Ibarra ilusionó a la Bella Airosa cuando apenas al 7' quitó la primera piedra del camino al ingresar al área desde la banda y cruzar el esférico al poste más lejano de Camilo Vargas que poco pudo hacer.
Los Tuzos insistían tanto que para ese momento solamente una decisión del VAR podría afectarlos y así fue, una vez más Atlas se vio beneficiado y fue señalado un penal polémico a su favor, mismo que Julio Furch cambió por gol para recuperar la ventaja.
Pero los Tuzos demostraron porque fueron el mejor equipo de la fase regular e impulsados por su afición volvieron a recortar la distancia gracias a un cabezado del goleador Nicolás Ibáñez justo cuando el silbante estaba a punto de señalar el final del primer tiempo.
El descanso fue lo mejor que le pudo pasar a Atlas, Diego Cocca ordenó al equipo y rediseñó la estrategia equilibrando las acciones siendo más cauteloso a la hora de ir al ataque; el efecto fue positivo para la causa rojinegra ya que los Tuzos dejaron de ser peligrosos.
Al juego no le pasaba nada, parecía estar congelado solo que el tiempo no dejaba de avanzar y fue hasta que expulsaron a Anibal Chalá por una jugada imprudente que los locales reaccionaron y volvieron a arrinconar a su rival, pero el tiempo ya era su peor enemigo y ya nos les alcanzó.