El Grito Homofóbico volvió a aparecer en las tribunas del Estadio Akron. En el ocaso del partido, la afición se manifestó contra el guardameta rival, Camilo Vargas, en varias ocasiones. Sin embargo, el protocolo nunca se activó y el silbante Jorge Antonio Pérez Durán prefirió terminar el partido a realizar los pasos que indica la Federación Mexicana de Futbol.
Con el 1-2 en el marcador, Atlas se dedicó a cuidar la ventaja, mientras Chivas se lanzó al frente en busca del empate que nunca llegó. Con la frustración de ver los minutos pasar ante la tranquilidad de los jugadores Rojinegros, la afición lanzó el grito homofóbico, una postal que se ha vuelto habitual cada que al Rebaño no le resultan positivos los partidos en casa.
El momento más complicado se vivió cuando cayeron ante los Rayados de Monterrey y la afición comenzó a exigir la salida de Leaño. La directiva tomó la decisión de cambiar de timonel y con ello, comenzaron a llegar los resultados positivos, mismos que avivaron la comunión con su afición.
Luego de cinco victorias, Chivas volvió a caer y la afición una vez más, se manifestó. Aunque esta ocasión no hubo consecuencias pues el cuerpo arbitral prefirió evitar problemas y simplemente pitó el silbatazo final.
No obstante, la Liga MX podría abrir de oficio una investigación sobre el tema, que finalizará con una sanción económica y un segundo aviso de veto del estadio, ya que no es la primera ocasión que ocurre esta situación en el Akron.