Miguel Herrera, técnico del América, es sin duda uno de los estrategas más exitosos en la historia de las Águilas al haber logrado cuatro Títulos, estar siempre en la Liguilla, y lograr levantar el nivel de varios jugadores que no atravesaban su mejor momento.
Sin embargo, Herrera tiene una asignatura pendiente con el conjunto de Copa, la cual es, debutar y consolidar a un joven surgido de las Fuerzas Básicas del club, algo que no ha conseguido en sus dos etapas, ya que los juveniles más destacados que ha dirigido, han sido debutados y pulidos por otros entrenadores.
En su primera etapa, el Piojo, tuvo la oportunidad de dirigir a Diego Reyes y Raúl Jiménez, jugadores que en aquel tiempo eran todavía prospectos del club, pero que ya tenían un recorrido considerable en Primera División y que fueron debutados por Jesús Ramírez y Alfredo Tena en el 2010 y 2011, respectivamente.
Ya en su segundo mandato, Herrera se encontró con un Edson Álvarez que ya había recibido la oportunidad de debutar y foguearse en el máximo circuito gracias a Ricardo La Volpe, y cuando Miguel empezó a utilizarlo, ya era un jugador consolidado en el futbol mexicano.
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Lo mismo ocurrió con Diego Lainez, quien también fue debutado por el Bigotón, pero que no había alcanzado aún su madurez con el primer equipo del América, pues en palabras del propio Herrera, el joven futbolista todavía no estaba listo para ser titular con el equipo, y justificaba las pocas oportunidades que le daba, señalando que, los procesos de los juveniles no deben acelerarse y deben llevarse poco a poco.
Actualmente Sebastián Córdova, es la joya más destacada del conjunto de Coapa, pero el debut y la consolidación del canterano americanista, son medallas que el Piojo tampoco se puede colgar, pues él mismo ordenó que Córdova se fuera a préstamo al Necaxa, equipo con el que debutó y ganó recorrido en la Primera División.