Una bomba explotó en Guadalajara y América cayó bocas. Con una actuación soberbia y jugando como si fuera el Real Madrid, las Águilas se pasearon en el Estadio Chivas y humillaron al acérrimo rival 0-3 para llevarse el Clásico Nacional.
Teniendo como héroe a Henry Martín, goleador del equipo que durante la semana generó polémica al asegurar que no le interesaba jugar en Chivas, habló también dentro de la cancha con dos anotaciones que sirvieron para homenajear a la leyenda azulcrema, Cuauhtémoc Blanco.
Finalizaba el primer tiempo con un partido que hasta ese momento parecía parejo cuando el delantero azulcrema se elevó, se mantuvo en el aire y giró su cuello para mandar con un cabezazo el esférico al ángulo y entonces hacer el clásico festejo que hizo grande el ídolo americanista.
Pero ahí no paraba toda la fiesta que organizó el futbolista de Mérida, para el segundo tiempo una vez más con un remate de cabeza fulminó a Gudiño para salir disparado a la banca y celebrar con Óscar Jiménez como torero, imitando una vez más al Cuauh.
La cereza en el pastel la puso Sebastián Córdova, de quien no se esperaba tuviera minutos y de último momento sorprendió cumpliendo con una destacada actuación al poner el tercer gol ya con unas Chivas derrotadas anímicamente.