El estadio Hidalgo no fue sede de un buen anfitrión. Durante el partido el árbitro detuvo el partido 5 minutos por un apagón en el inmueble, mismo que dejó al América sin luz en su vestidor al final del partido.
Sin embargo, luego de 50 minutos a oscuras en el vestuario, la directiva de los Tuzos nunca tuvo la decencia de ofrecer una disculpa por lo ocurrido y dejaron que los jugadores del Nido se bañaran bajo la oscuridad.
"Tuvimos que alumbrarnos con las linternas de los celulares porque no se podía ver nada", confirmó una fuente consultada por RÉCORD minutos antes de que el equipo abandonara el estadio.
Por esa razón y tras la presencia de algún miembro de los Tuzos, el equipo azulcrema decidió regresarse a la Ciudad de México sin que Santiago Solari atendiera la conferencia post partido por falta de energía eléctrica y de internet.
No obstante, el restaurante que ocupa una de las esquinas del Estadio Hidalgo lucía iluminado y con música a todo volumen, inclusive, extrañamente el entrenador de los Tuzos, Paulo Pezzolano si salió a atender a la prensa de manera habitual.