El sueño europeo está por cumplirse. Agustín Marchesín no terminó el entrenamiento con el América para reunirse con la directiva y el cuerpo técnico azulcrema para informarle sobre su futuro.
El arquero argentino llegó antes de las cuatro de la tarde al club, se preparó para la práctica junto al resto de sus compañero y saltó a la cancha para empezar a trabajar.
Unos minutos después, Miguel Herrera apareció y se dirigió al centro del campo para llamar a Marche, encaminándolo a las oficinas del club, donde fue recibido Juan Manuel Navarrete, directivo azulcrema.
Cerca de 10 minutos después, el sudamericano salió de la oficina y regresó al campo, donde se sentó a un costado con lágrimas en los ojos, pero con sonrisas espontáneas del arquero.
Las primeras versiones indican que las directivas de América y Porto han llegado a un acuerdo para hacerse de los servicios del cancerbero de 31 años, por lo que el anuncio se haría oficial en cualquier momento.