Tuvieron que pasar 11 años para que el Estadio Azteca volviera a albergar un partido a puerta cerrada.
En 2009, las Águilas recibieron la visita de los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, quienes se robaron de manera sorpresiva los tres puntos al superar a los azulcremas por 1-2.
Cabe destacar que en aquel entonces Guillermo Ochoa aún defendía los colores americanistas antes de emigrar al Viejo Continente, mientras que Jesús Corona, su contraparte celeste, hacia lo propio con los tecolotes.
Esta vez, como marco del Clásico Joven entre América y Cruz Azul, el Cóloso de Santa Úrsula resintió la ausencia de dos de las aficiones más candentes del futbol mexicano.
A pesar de ello, América y Cruz Azul brindaron un espectáculo a la altura de lo que se esperado.