En un Clásico de alarido que vibró a altas frecuencias, América demostró que también sabe sufrir y se impuso con lo justo al acérrimo rival 2-1 para seguir volando en lo más alto del campeonato.
El escenario era el ideal para que La Bomba explotara con su debida dosis de identidad y Henry Martín lo sabía, por eso en cuanto lo derribaron dentro del área en el arranque de partido, tomó el esférico y pateó desde el manchón para abrir el marcador y correr a la esquina para volver a homenajear al ídolo azulcrema, Cuauhtémoc Blanco.
Chivas intentó reaccionar y recargaron su juego al lado izquierdo de la cancha donde Alexis Vega generaba el peligro, pero la puntería del Rebaño no estuvo fina y aunado a los reflejos de Memo Ochoa, se fueron al descanso con la desventaja.
Contrario a eso, en cuanto se reanudaron las acciones las Águilas dieron el segundo golpe en cuanto arrancó el partido después de que Henry controlara la pelota en un centro alto y al verse sin ángulo de disparo prefirió habilitar a Alejandro Zendejas que llegaba de frente para que cruzara un zurdazo que sacudió las redes rojoblancas por segunda vez.
Entonces Ricardo Cadena movió a sus jugadores y mandó a la cancha a Cristian Calderón quien en sus primera pelota la mandó a guardar aprovechando que entró sin marca por la espalda de los americanistas al área para cerrar la pinza en un centro pasado para recortar la distancia.
Transcurrió el partido y el tiempo se convirtió en el mejor aliado azulcrema, Guadalajara intentaba, pero la presión cada vez era más notoria y poco a poco fue nublando su visión llegando cada vez con menos peligro.