Los aficionados que asistieron al Clásico Nacional mostraron su inconformidad por la mala organización del Estadio Azteca y de la empresa Ticketmaster, que se encargó de vender las entradas.
Por medio de las redes sociales, cientos de personas que compraron boletos digitales se quejaron de que les pidieron cambiarlos por físicos, con muy pocas horas de anticipación.
Esta fue la razón por la que hubo largas filas en las taquillas del Coloso de Santa Úrsula, incluso, varias personas ingresaron cuando ya había comenzado el juego.
La fila era tan larga que hasta llegó al puente que va hacia el tren ligero. Ante esta situación, muchas personas optaron por ir a un centro de entrega autorizado, pues si se quedaban en la fila del recinto se tardarían varias horas en recoger sus boletos.
"Los últimos dos partidos que he requerido boletos, ha sido un asco. Tuve que llegar a una fila de hora y media para obtenerlos. El cargo ya se había hecho a mi tarjeta y corría el riesgo de perderlos", escribió una aficionada en su Twitter.
Otros usuarios se quejaron de que había varios revendedores en la explanada, ofreciendo boletos a precios sumamente elevados, todo enfrente de las autoridades.
