El Clásico que paraliza el país. En una noche cardíaca, las aficiones de América y Chivas demostraron una vez más porque son consideradas las más apasionadas del futbol mexicano.
La Monumental volvió a su lugar original en el Estadio Azteca, atrás de la portería zona norte, donde desplegó una enorme manta que decía “Mi tarde más gloriosa, tu peor pesadilla”.
Desde los primeros minutos el equipo dirigido por Fernando Ortiz manejó el partido con mejor ritmo, incluso se escucharon varios ‘olé’ por parte de los asistentes.
Sin embargo, cayó el primero de Chivas, el Coloso de Santa Úrsula quedó en silencio por un instante y retumbó el grito de la afición rojiblanca, quienes estaban divididos en el recinto y se hicieron presentes con el cántico “Dale Rebaño”.
Para la segunda mitad, el cuadro Azulcrema empató el marcador y los miles de aficionados gritaron más fuerte que nuca, “Vamos América”.