El Estadio Azteca se olvidó por un lapso de la pandemia. La apertura del 75 por ciento de la capacidad del inmueble provocó deficiencias en el protocolo.
Pese a que se contemplaba alrededor de 60 mil personas para el Clásico Nacional, la logística se vio rebasada pese al cumplimiento del protocolo. La sana distancia no se respetó desde la llegada de los aficionados, que circularon por las explanadas con normalidad, como antes de la pandemia.
Al ingreso al Coloso de Santa Úrsula, tras superar el protocolo de seguridad, se aglomeraron sin respetar las medidas de salud, tomándose fotos y sin ninguna persona que los motivara a seguir caminando.
Las atracciones dentro del recinto fueron motivo de que la gente se reuniera en varios puntos. Inclusive había personas que indicaban la dirección en la que debían caminar los asistentes, pero resultaron insuficientes ante la gran cantidad de aficionados qué acudieron al recinto.
La última ocasión en que el Coloso de Santa Úrsula había vivido un Clásico Nacional con gente fue hace casi 2 años, en el Apertura 2019, cuando las Águilas derrotaron 4-1 a Chivas.
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