La reventa explotó al máximo con el Clásico Nacional. La apertura hasta el 75 por ciento del aforo fue una oportunidad dorada para hacer su agosto. Conscientes de que el Estadio Azteca podría albergar cerca de 60 mil aficionados, los revendedores adquirieron la mayor cantidad de entradas posibles.
“Obvio que no sé exactamente cuánto, pero le calculo que entre puros revendedores debemos de conseguir unos 10 mil boletos", explicó Carlos, un revendedor a RÉCORD.
Boletos de zona 400, 500 y 600, que él puso a la venta en 300 pesos, la reventa los estaba difundiendo en 600, es decir el doble de su valor, argumentando en todo momento que ya no había en taquilla.
Tres horas antes de que comenzara el partido hubo una intensa lluvia en donde aficionados, comerciantes y policías se resguardaron debajo del puente qué se ubica frente a la entrada de Tlalpan, en donde inclusive los revendedores promocionaron sus accesos sin importar que ahí estuvieran las autoridades.