América y Chivas protagonizaron en la Temporada 1983-84 la única final de Liga entre ambos equipos en toda la historia y, un gol de cabeza de Alfredo Tena en el Estadio Azteca, le dio la oportunidad de ser uno de los héroes de la serie y contribuyó a la postre a condimentar su etiqueta de leyenda.
A casi 30 años de distancia, es un recuerdo indeleble que sigue gozando con gran beneplácito y no duda en decir que sus otras 25 anotaciones en el club las intercambiaría por ésta contra el odiado rival.
“Recuerdo con gusto los goles que hice, pero sobre todo el que le metí a las Chivas; la verdad cambiaba todos por ese gol que nos dio posibilidad de ganar la Gran Final y siempre me trae muy buenos recuerdos”, compartió el ‘4’ mítico de las Águilas.
El Capitán Furia recuerda con lujo de detalle la jugada y la mantiene fresca en su mente. Todo nació de un tiro de esquina cobrado por Daniel Brailovsky y un recentro de cabeza de Javier Aguirre en los linderos del área chica.
“Fue una pelota parada ya entrenada, recuerdo muy bien que Brailovsky levanta la mano y eso quería decir que era un centro a primer poste. Entonces veo que Aguirre se acerca a ese poste y cuando va por el balón yo doy un tiempo para que no me fuera a pasar y, después de que lo peina, exactamente me pudo encontrar en la carrera y pude conectar para hacer el gol. Enseguida volteo a ver al árbitro que era Antonio Márquez y señala el medio del campo sin nada que anular y ahí empieza mi festejo porque fue un gran gusto hacerlo”, expresó.
Marcar es especial y a los otros tantos restantes que nacieron de su garra e inspiración, no les quita mérito y agradece que hayan sido relevantes para el resultado.
“Los demás goles también dan gusto porque seguramente algunos dieron puntos, otros dieron posibilidad de seguir en la Liguilla y siempre anotar es un gusto porque ayudas a que el equipo tenga un buen resultado”, sentenció.