Alzaron la reja puntualitos. La afición de América cumplió con el horario de llegada y les permitieron el acceso a la hora programada.
En los alrededores del Estadio Azteca la logística para albergar dos partidos funcionó conforme lo planeado, estacionamientos divididos, accesos exclusivos para cada una de la aficiones y seguridad por todos lados.
En cuanto finalizó el partido entre Cruz Azul y Santos, el personal del estadio en conjunto con las autoridades capitalinas desalojaron hasta el último aficionado del primer partido en un tiempo aproximado de 40 minutos.
A los seguidores cementeros no les permitieron abandobar el inmueble por la salida que da a la Calzada de Tlalpan, todos fueron doreccionados a la puerta que sale a Insurgentes, mientras que la afición de las Águilas era contenida en los torniquetes de entrada.
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