Debido al tamaño de los vestidores del Estadio Nacional de Bermudas, la Selección Mexicana tuvo que improvisar y colocó la utilería al aire libre.
El vestuario mexicano era muy pequeño, por lo que los utileros colocaron las camas de masaje y las maletas con las indumentarias afuera del vestidor.
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Ante la necesidad de poner las cosas al aire libre, los utileros del combinado azteca se tuvieron que quedar afuera del vestidor para cuidar los objetos.
Otra cosa curiosa del Estadio de Bermudas, fue que las bancas eran muy reducidas, tanto que no cupieron todos los jugadores y elementos del cuerpo técnico del Tricolor. Incluso al final del partido, los futbolistas salieron de inmediato del inmueble para bañarse en el hotel de concentración.
