El grito homofóbico tiene en la cuerda floja al futbol mexicano, que podría ausentarse de la Copa del Mundo de Qatar 2022, tal y como ocurrió en Italia 1990.
Han pasado 31 años desde que el Tricolor faltó a una Copa del Mundo, en aquella ocasión producto de una indisciplina por parte de la Federación Mexicana de Futbol que, con pleno conocimiento de su falta, decidió adulterar las actas de nacimiento de cuatro futbolistas que disputaron el Premundial Sub 20 de Guatemala.
José Luis Mata, José de la Fuente, Gerardo Jiménez y Aurelio Rivera fueron los futbolistas que participaron de manera ilegal en el torneo juvenil y que adquirieron el mote de ‘cachirules’ por parte de la prensa.
Para colmo de la Federación Mexicana de Futbol, la persecución comenzó en territorio nacional, pues la prensa se percató de que había irregularidades entre los jugadores del plantel mexicano.
Tras desvelar la infracción, la Concacaf tomó cartas en el asunto y castigó a México excluyéndolo de la justa.
Pero lo peor estaba por venir, pues la falta llegó a oídos de la FIFA que no se tentó para ampliar la sanción a todas las categorías de la Selección Mexicana, incluyendo la mayor, lo que provocó que en 1988 se inhabilitara al Tri de asistir a la Copa del Mundo de Italia.
Al final México se perdió el Mundial en 1990 y la mancha perdura hasta el día de hoy, como uno de los capítulos más vergonzosos en la historia del futbol mexicano.