La Selección Mexicana culminó un verano cargado de partidos entre amistosos y Liga de Naciones y, aunque existe optimismo en el seno tricolor, está claro que los resultados obtenidos no eran los esperados por Gerardo Martino.
En el arranque de la concentración, que duró casi 40 días, el timonel argentino señaló como principal objetivo recuperar las mejores formas futbolísticas del tricolor, aquellas que mostró en 2019 cuando asumió el cargo o las que lo llevaron a conseguir momentos importantes en 2020 como la victoria ante Países Bajos en Ámsterdam o Corea el Sur.
La falta de contundencia se mantuvo en el equipo mexicano, pues Raúl Jiménez no pudo hacerse presente en ninguno de los dos partidos que jugó y, solamente, Santiago Giménez y Henry Martin pudieron marcar un gol cada uno.
Sin embargo, la falta de anotaciones dejó de ser la principal problemática de la Selección Mexicana que, ahora, mostró un bajo nivel en generación de jugadas ofensivas, lo que imposibilitó recuperar el gol.
Jugadores como Jesús Manuel Corona, Alexis Vega, Hector Herrea, entre otros, estuvieron por debajo de su nivel y sus capacidades ofensivas no salieron a relucir en ninguno de los cortejos veraniegos y el futbol frío del Tri no pudo explotar.
Por si no fuera suficiente, hubo jugadores que no pudieron responder a la confianza del Tata como Rodolfo Pizarro, Orbelín Pineda, Sebastián Córdova, Jesús Gallardo y Jesús Angulo, con lo que peligra su lugar en la próxima Copa del Mundo.
Cabe destacar que de los 38 elementos considerados para el verano, solamente Johannas Vásquez y Erik Lira se quedaron con las ganas de participar en al menos un partido.