Manos al rededor de la boca para que el sonido que está a punto de escaparse de la garganta salga con más fuerza. Gritos, de todo tipo, groserías 'jocosas' propias del mexicano, así fue el ambiente en el estadio Azteca en el juego de la Selección Mexicana contra Panamá.
El 'alarido' prohibido (pu..), que será castigado por la FIFA, apenas sale un par de veces de manera muy discreta interpretando por aquellos que deciden a ser 'rebeldes'.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: MÉXICO CUMPLIÓ EN EL AZTECA Y AMARRÓ LA VICTORIA SOBRE PANAMÁ
El resto, de los gritos, salen del pecho con fuerza, desgarrando la garganta. “Árbitro, hijo de tu pu.. madre” cuándo el silbante marca algo en contra de México.
Esta palabra prohibida para llamarle a los porteros, parece estar permitida si se refiere a la madre del central, sin importar que cuando se habla de una mujer es en relación a una profesión antigua, castigada por la sociedad.
“No seas cabr...” si un jugador falla alguna jugada clave del partido, “cule..” si alguien se pasó de listo y terminó errando algo que parecía evidente. “Pinc..” Cuando claramente en el argot mexicano es una ofensa, un castigo por no ser bueno.
En el estadio parte de la afición que vive con pasión el futbol disfruta gritando, insultando sin que ese sea el verdadero fondo del mensaje, solo por hacerse el chistoso por 'poner el ambiente' y para dejar muy claro que el mexicano es jocoso hasta con las palabras.