La filosofía de sangre azul y piel dorada nació el 9 de enero de 1962, cuando los Pumas ascendieron a la Primera División del futbol mexicano.
Y hoy que se cumplen 55 años de que los felinos vencieran (5-1) al Cataluña de Torreón en Ciudad Universitaria, y con ello llegaran al Máximo Circuito, uno de los protagonistas, Guillermo Vázquez Mejía, compartió lo que vivió en aquel momento, cuando comenzó a tomar fuerza la garra puma.
“Es algo que no se puede olvidar, quedó grabado para siempre, vivimos muchas cosas muy bonitas en ese año del ascenso. Éramos el equipo estudiantil, que no tenía cómo ascender, sólo lo hicimos con la ilusión de competir y darle alegría a los estudiantes, porque además éramos amigos de la facultad (de arquitectura).
“Claro que sí fue ahí donde nació todo, fue el inicio de algo muy bonito que jamás nos imaginamos que llegara a ser lo que es hoy, nuestra única ilusión era divertirnos y jamás imaginamos que Pumas sería lo que es, un equipo grande, ganador, con enorme arraigo y con una filosofía muy importante de ser un equipo entregado, de garra, agradecido con su afición”, compartió el arquitecto en entrevista con RÉCORD.
Pero aquel partido no significó sólo el ascenso del club, sino que también fue la primera vez que el Estadio Olímpico Universitario registró un lleno en sus tribunas, pues casi todos los estudiantes universitarios entraron para apoyar a su equipo.
“Fue muy bonito, de inicio no había gente, pero con el paso del tiempo se comenzó a llenar. Muchos de los estudiantes se brincaron por el lado del pebetero y todo para ver el juego y se llenó. Cuando vimos el estadio así fue algo inolvidable porque jamás lo habíamos vivido.
“En aquel momento éramos sólo estudiantes con ganas de dar alegrías a los compañeros y en ese momento sí pudimos hacerlo, era un ambiente muy bonito”, recordó Memo Vázquez padre.