José Guadalupe Castañeda era un ciclón de cabellera larga que jugaba por la lateral derecha del Cruz Azul, con el filo de un cuchillo de fuego que cortaba y quemaba el pasto. Campeón con La Máquina, Lupillo tiene toda la autoridad conferida por la nostalgia del último logro celeste.
Y aclara: apoya el proyecto de Paco Jémez, pero eso no significa que coincida en que los de La Noria no sean grandes, como dijo el entrenador el fin de semana. De cara al duelo de Copa ante el América, recomendó: “jugadores y cuerpo técnico deben decir ‘hoy me rompo la madre’”.
¿Qué opinas de que Paco Jémez dijo que Cruz Azul no es grande?
Se desespera por algunos resultados porque no salen las cosas como él quisiera. Poner la grandeza del Cruz Azul en duda está fuera de juego, en ‘offside’, fuera de lugar, porque Cruz Azul es un equipo grande y su grandeza nunca va a pasar de moda.
Me hablas de burlas externas, pero si la hace el propio técnico hacia la institución, ¿crees que es prudente?
Cuando la gente de afuera te está tirando con todo, otras aficiones, declaraciones de otros entrenadores, si todavía la gente de casa (Cruz Azul) nos atacamos entre todos nosotros, es algo así como lo que dices; si todavía Paco Jémez se equivoca en una declaración, eso descompone todavía más las cosas.
Más allá de que lo apoyas, el discurso no fue el correcto...
De afuera te das cuenta que hay cosas que no encajan del todo en Cruz Azul. A mí me duele, yo soy parte del Cruz Azul, quisiera ayudar en algo. No voy a tirarle tierra a Paco Jémez, prefiero apoyar el proyecto y apostar a algo para bien. Ya nos está yendo mal en Cruz Azul, todavía la gente de casa tirando más mierda, la verdad no.
¿Cuál debería haber sido aquella conferencia desafortunada?
Paco Jémez debe decir: ‘¡perdimos, me equivoqué, canijo!’. Hay responsables, no tanto culpables. Deben decir: ‘¡me equivoqué, carajo!’. Es ese el liderazgo del entrenador, en el que debe asumir la responsabilidad. El verdadero líder debe ser consigo mismo y hablar con la verdad.
Si alguien ha sufrido, es la afición del Cruz Azul...
Paco Jémez y todos los jugadores deben de agarrar una responsabilidad y decir: ‘¡me equivoqué, carajo!’. En la cancha habemos millones de aficionados que estamos queriendo que ya no se burlen de nosotros. Los principales que se burlan son los que nos ganan, he visto unas burlas espantosas, han habido mentadas de madre en los reclamos de gente en contra de aficionados del Cruz Azul. Eso es lo que nos debe hacer salir adelante, que nuestra afición está sufriendo muchas humillaciones y mentadas de madre.
¿Qué deberían hacer para sanear esta situación?
Debe juntarse cuerpo directivo, técnico y jugadores y decir: ‘Somos uno solo, o nos unimos para sacar esto adelante o, cuando menos, calladitos y trabajando’, porque no había visto tan decepcionados a los aficionados, echando un coraje contra Paco Jémez. No quiero ser una piedra más. Hay veces que uno se la tiene que tragar, callarse. Puedes decir: ‘discúlpenme, vengo muy caliente, ahorita me callo, no la quiero regar’.
Sobre todo de la afición del América, que enfrentarán de nuevo en Copa. ¿Duelen más las burlas de las Águilas?
Sí, la verdad. Es una realidad porque duele perder contra el América, duele perder. Con Pumas, América sigue siendo grande. Al Cruz Azul lo único que le ha faltado es un campeonato, que hace años estaba a punto de darse. Cuando das el campanazo de ser campeón, sus aficionados se dan el lujo de tirarte tierra, carrilla. Al Cruz Azul le ha tocado solamente batallar y sufrir. Como aficionado del Cruz Azul sí se está batallando ahorita bastante. El jugador, por esa afición, debe decir: ‘¿sabes qué, carajo?, hoy me rompo la madre’.
¿No asusta la camiseta del América?
Como Cruz Azul va mal, puede perder con cualquiera, digamos, pero no tanto que asuste. O si lo dijo Miguel Sabah, lo dijo por algo, no sé qué haya visto, pero cuando estuve en Cruz Azul decía: ‘cuando venga fulano o mengano y perengano del América, por aquí no va a pasar’. Me asustaba si no entrenaba bien, del rival no me asustaba nada.
