El trabajo suma, suma y suma hasta que multiplica, multiplica y multiplica. Son conceptos de Pep Guardiola. Lo sabe su admirador Paco Jémez, entrenador de Cruz Azul.
No hay liderazgo efectivo sin credibilidad. El buen líder es un ‘positivador’ que conjuga inteligencia y sensibilidad. El que sabe ponerse en el lugar de los demás y el que sabe que todo cambia, excepto eso mismo: que todo cambia.
Jémez tiene cierta alergía al concepto del liderazgo, pero lo ejerce. No engaña a nadie. Frontal, como un toro de lidia, es capoteado a través de las preguntas, que encuentran algunas cornadas en sus respuestas.
De a poco le has tomado el pulso a la Liga, hoy ¿se le puede exigir o pedir más a Paco Jémez, en términos de adaptación?
Yo soy muy exigente conmigo mismo. No me importa lo que exijan los demás; no hay nadie más exigente que yo. Tengo que trabajar lo mejor que puedo sin dejar ningún detalle al azar. Necesitaríamos llevar más puntos en nuestro casillero, nos lo hemos merecido.Las sensaciones también son importantes de cara al futuro, un futuro bonito, ilusionante.
En México, todo lo español aludía al conquistador. Somos reacios al cambio. A algunos no les gusta que les vengan a enseñar. ¿Cuál es tu percepción ante esto cuando llegas?
De entrada yo no vine a enseñar nada a nadie, yo vine a trabajar. No vine aquí a dar clases, ése no es mi trabajo, no soy profesor, ni soy catedrático ni maestro, soy un entrenador que viene a trabajar de forma humilde, de forma pasional, a dedicarme a mi club, a mis jugadores, y en eso nadie puede reprocharme absolutamente nada. Me siento fenomenal en México.
No me noto extraño o más mirado que otros entrenadores de aquí. Esas cosas han quedado atrás hace muchos años, la historia es para recordarla, pero vivimos en el siglo XXI y venimos a trabajar, a ganarnos el sustento, me siento muy querido.
Concuerdo en que es arcaico, pero el término común es que a la gente no le gusta que le vengan ‘a vender espejitos’...
No se puede estar pendiente de todo lo que diga la gente. No me importa nada lo que diga la gente. Yo ni vendo espejos, ni enseño nada. Yo me dedico a trabajar. Quien no entienda eso tiene un gran problema intelectual. Yo no vengo aquí a cambiar nada, no vengo a enseñar nada, no vengo a robar a nadie. Yo vengo a trabajar. El que no sepa entender eso... No puedo estar pendiente de todo ni voy a gastar mi tiempo en lo que dice uno, el otro, aquel, el aficionado de aquel están hablando del resto es porque no tienen nada importante para hablar de sí mismos y tienen que hablar del resto.
La frase de “seamos felices, a pesar de lo que digan los infelices”, ¿encaja a este contexto?
Lo has expresado fenomenalmente, que sigan hablando de mí, soy muy feliz. Hay mucha gente que tiene que invertir su tiempo en hablar de Cruz Azul y en hablar del equipo y en hablar de mí, que lo sigan haciendo, nos hacen muy felices. Nos sentimos importantes.
¿Has encontrado una sintonía entre lo futbolístico y lo mental?, el tema psicológico era una arista de mejora en el club
Todos los equipos trabajan lo futbolístico y lo mental. Tienes que estar bien como cualquier equipo. No hay diferencia con otro equipo. Trabajamos tanto una cosa como la otra, para que la mente de los jugadores esté puesta en el siguiente partido y que ese aspecto mental sirva para hacernos más fuertes.
¿Pules este aspecto psicológico personalmente o te ayudas de herramientas como ‘coaching’?
Es una de las partes de mi trabajo que más me gusta, porque me gusta la relación con el jugador. Yo los conozco para saber qué les motiva. Analizamos y tratamos de potenciar las cosas que necesitamos. El jugador profesional es uno, con una mente fuerte, hay que saber dirigirla, hay herramientas nuevas, pero es reconducir su mente y mantenerla en un equilibrio.
¿Te gustaría formar personas antes que futbolistas?
Sí, aparecen situaciones de amistad, de compañerismo, situaciones que están fuera de lo profesional. Estás tratando con personas; lo más importante son las relaciones personales, cuanto mejor calidad humana tengas en el vestuario, mucho mejor. Miramos mucho a todos los jugadores que traemos de interesarnos cómo son como personas, porque entendemos que un jugador que mental o personalmente no es bueno, al final, nos trae problemas.
Cruz Azul requiere líderes, ¿eres uno?
La palabra líder muchas veces está muy mal. La gente cree que por ser entrenador ya eres líder y eso es mentira. El liderazgo te lo tiene que dar tu grupo; si tu grupo no confía en ti, puedes ser su jefe, eso sí, pero su líder nunca.
¿Te sientes líder, el grupo te cree?
No sé si líder, esa palabra no me hace mucha gracia. Sí noto que el jugador está convencido de hacer lo que le decimos en el campo, le vemos muy ávido de preguntar, de tener todo el control, de tener toda la información. Eso se nota con un sistema nuevo. Ellos siempre han tenido una gran predisposición, en ese aspecto sí que me siento respaldado.
El término ‘cruzazulear’ ¿te da risa, te da coraje? ¿Lo entiendes como algo que tus futbolistas no se pueden permitir?
Soy una persona dueña de mi tiempo y lo invierto en lo que me gusta y en lo que me interesa. Te puedo asegurar que no lo malgasto en ese tipo de tonterías.
¿Te parece una tontería?
No, no. No malgasto mi tiempo en tonterías, lo gasto en cosas que me sirven. Lo que pase de puertas para afuera, ni me interesa, ni me afecta. No pierdo mi tiempo ni mi felicidad en estar pendiente de lo que otros puedan decir.