El grito regresó al Estadio Azul: "Fuera Boy, Fuera Boy", se pudo escuchar en el graderío del inmueble cementero durante la goleada que los Tigres de la UANL propinaron a la Máquina celeste.
En cuanto cayó el tercer tanto de la tarde, cortesía de Andre-Pierre Gignac, la afición reclamó al entrenador del equipo como suele hacerlo desde algunas temporadas; así ocurrió con Sergio Bueno y también durante la era de Luis Fernando Tena.
Fue al 80' cuando la consigna comenzó a escucharse con mayor ímpetu; para ese momento el partido ya estaba definido, y de manera casi inmediata la afición coreó una y otra vez el 'Ole, Ole', cada que Tigres paseaba el esférico.