Francisco Palencia regresó a la que fue su casa durante años, y lo hizo dividiendo opiniones entre la afición quienes aplaudieron y otros abuchearon al momento de escuchar su nombre por medio del sonido local.
El Gatillero dejó huella en la afición Cementera, pues con ellos pudo festejar el último título del equipo en 1997 y en 2001 los hizo vibrar con su actuación en la Copa Libertadores, en la que quedaron como subcampeones; sin embargo, no le perdonan que haya dicho que siente más los colores universitarios.
“Sí fue un buen jugador aquí, pero la verdad no gustó que haya hablado mal de la institución en la que se formó, por eso me da igual que esté aquí o no, erá mi ídolo de niño pero le perdí el respeto cuando hizo eso”, dijo Eduardo, aficionado de La Máquina.
El ahora entrenador de los Pumas vistió las camisetas de tres equipos grandes de México: Cruz Azul, Chivas y Pumas, algo que tampoco le paerdonan los seguidores celestes, pues consideran que un ídolo se debe a una sola camiseta.
“Cuando vimos a Cuauhtémoc Blanco jugando en Chivas o en Pumas, a jugadores como él no les importaba el dinero, pero Palencia saltó de un equipo a otro y no demostró amor por la camiseta de Cruz Azul”, explicó Martín Robles, otro seguidor de La Máquina.
Pero no todo son quejas para el capitalino. Hay quienes lo recuerdan con cariño y entienden que los futbolistas deben buscar otros caminos en cierto momento de su carrera, y aunque antes estuvo con los rivales, le desearon suerte.
“La verdad mientras estuvo aquí dio buenas cosas al equipo, pero tarde o temprano tenía que irse a seguir con su carrera. Le deseo toda la suerte como entrenador pero ojalá hoy no gane”, señaló en cruzazulino Kevin Fernandez.
