La manera en que trataron la lesión de Alan Pulido en el brazo derecho el pasado sábado en el juego amistoso de la Selección Mexicana contra Paraguay, en Seattle, causó la molestia de Jorge Vergara, dueño de las Chivas.
RÉCORD pudo saber que el dirigente del Rebaño medita meter una inconformidad en la Dirección de Selecciones Nacionales, ante quien resulte responsable de los malos tratos que recibió su delantero tras la fractura en el húmero derecho.
Otra de las razones que causaron la molestia de Vergara Madrigal, fue que el doctor de la Selección Mexicana, Gerardo Aguilar, tardó en reaccionar y en estabilizarle el brazo, por lo que pedirá que exista una mejor capacitación a los galenos del Tri.
Pulido salió lastimado al minuto 55 cuando recibió una falta en el mediocampo por parte del guaraní Luis Cardozo. El delantero de inmediato pidió los servicios de los médicos debido a que el dolor era muy fuerte en el brazo derecho.
A pesar de la petición del ariete, el árbitro del partido, Ted Unkel, tardó en darle el ingreso al doctor del Tricolor, quien demoró poco más de dos minutos en entablillar el brazo y pedir el auxilio de la camilla.
Luego de siete minutos de atención dentro del campo, Pulido fue llevado a los túneles del Century Link Field, donde se encontraba una ambulancia para llevarlo al hospital; sin embargo, ésta no contaba con el permiso de las autoridades para ser removida del lugar.
Ante esta situación y las quejas del propio Pulido, el personal de la Federación decidió trasladarlo al hospital en una camioneta de la Femexfut para ser evaluado.
Ya en el nosocomio fue donde se le detectó la fractura del húmero, misma que propició su baja de la Selección y por la cual se perderá todo el torneo mexicano con las Chivas.
