Roger Martínez se alejó de la violencia gracias al futbol

La pregunta obligada que tenían que responder la mayoría de los jóvenes en Colombia era ¿plata o plomo? Después del 'mandato' del narcotraficante Pablo Escobar y el creciente mercado de narcotráfico, el país sudamericano no tenía paz.

Cartagena no era la excepción. Roger Martínez vivió ahí hasta los 16 años. El refuerzo del América fue testigo de la violencia que azotó a su país, del crecimiento de los grupos guerrilleros y después su derrocamiento.

Cuando sintió que tenía edad para decidir -a los 16 años-, lo hizo, se aferró a un balón y emprendió su propia aventura, lejos de Cartagena.

“En el lugar donde nací tuve muchos compañeros que hoy están muertos, los mataron, en la cárcel o acabaron perdidos en las drogas”, relató el futbolista en una entrevista para Marca cuando arribó a Villarreal.

Emigró a Buenos Aires donde probó fortuna en Boca Juniors y gustó, pero era menor de edad y sus padres vivían en Colombia, lo que impidió un arreglo.

Después se probó con Argentinos Juniors, pero la historia fue la misma y volvió a casa. Tiempo después, Martínez regresó a Argentina para probarse en Racing de Avellaneda, donde pudo quedarse en el equipo y cumpliría su sueño de convertirse en futbolista profesional. 

Una vez firmado con el conjunto de La Academia, no todo sería miel sobre hojuelas, ya que el entonces técnico Diego Cocca (DT de Xolos) no confiaba en el chico y fue cedido al Santamarina de la Primera B de Argentina (Segunda División).

Finalizó su préstamo y volvió a Racing pero Cocca una vez más lo rechazó, esta vez Roger jugó para el Aldosivi, equipo que recién ascendía y fue ahí donde pudo mostrar su fútbol en el Máximo Circuito y empezar una carrera que poco a poco ha ido creciendo.

“Siempre he dicho que mi paso por Aldosivi fue clave para lo que estoy viviendo”, afirmó el cafetalero antes de partir a jugar a China.

ROGER, RODEADO DE HOMICIDIOS EN CARTAGENA

Un estudio realizado por el Centro de Observación y Seguimiento del Delito en Cartagena declaró 226 homicidios sólo en el año de 2005 y un año después, reveló que 15 mil menores de edad integraban 80 pandillas.

En este mismo año se registraron 275 homicidios y el 39% fue atribuido a las pandillas. Y a pesar de que se presentaron mil 955 denuncias por robos y asaltos, el índice de inseguridad continuó, ya que entre enero y septiembre de 2008 se presentaron 132 homicidios.