El domingo pasado era un día normal para Hugo González. Casi monótono, hasta que una serie de casualidades le modificaron el destino. O el futuro cercano. Esta vez el joven arquero del América no compartió cuarto con Moisés Muñoz, porque las habitaciones dobles del hotel estaban ocupadas. Así se confirmaría después que a veces la gloria es reservada para individuales.
Esa mañana, Hugo se despertó a las 7:30 hrs. después de desvelarse viendo ‘Entourage’, una serie de drama y comedia, que le hace más llevaderas las concentraciones.
González bajó al comedor, mitad dormido, mitad despierto. Desayunó huevos con jamón para comenzar. Hizo escala en un jugo de naranja natural. Y por último, un café, que a la postre y sin saberlo, le avivaría los sentidos para convertirse en el héroe inesperado del América, al entrar al campo, sin calentamiento previo, por el lesionado Moisés Muñoz y atajarle un penalti a Fernando Uribe.
Cuando te levantaste el domingo no sabías que tu día terminaría así…
Jamás me pasó por la cabeza entrar y que iban a pasar así las cosas, pero siempre que estás en la banca tienes que estar preparado para momentos así, porque pueden haber lesiones o expulsiones. Preparado siempre mentalmente.
¿Cómo es el día después de ser el héroe y haber atajado el penalti?
Bastante tranquilo, tengo dos bebés, no tengo mucho tiempo para seguir pensando en el partido, disfrutando, pero también queda todavía ese sentimiento de haber hecho bien las cosas y haber conseguido un triunfo importante para el equipo.
¿Qué te dice Muñoz cuando entras?
Platiqué con él, me dijo que hiciera lo que sé, que él confiaba en mí, fueron palabras de aliento. Le dije que me hubiera hecho una seña o algo de que sí iba en serio para poder calentar. Me agarró frío.
En el primer gol se debe a esto, ¿a que entraste frío?
Sí, imagínate, no me dio tiempo ni de calentar, el Toluca estaba tomando más fuerza para empatar; entro sin calentar, sin haber tocado si quiera un balón. Es bastante complicado entrar así, desafortunadamente se da el gol luego luego, en la primerA pelota, pero es más parte de que entré sin calentar y muchas cosas. Yo seguía calentando.
Después te vimos hacerachique, ¿esa jugada te dio confianza?
El seguir con el partido calentando, en esa jugada ya me animo, tengo un poquito más de confianza, a pesar de haber recibido el gol luego luego, y de ese buen achique, de ahí cae el gol que nos da la ventaja sobre Toluca.
Cuando se vaya Moisés, cuando avance el tiempo, la portería está resguardada. Eres el portero del futuro. ¿Te gusta esto?
¡Sí, cómo no! Imagínate, a quién no le va a gustar que en un futuro se te considere como el portero titular del América. Es el sueño de muchos. Inclusive muchos arqueros de Primera División sueñan con llegar al América. Al tener ese privilegio, lo tomo con mucha felicidad, con mucha paciencia. Sé que va a llegar
ese momento, tarde o temprano.
Cuando hace años Moi tiene un accidente, fuiste titular y decías que te cortaban las alas antes de volar cuando él regresó…
Desde esos momentos se generó una competencia deportiva con Moi, muy sana, somos buenos compañeros, nos llevamos bien dentro y fuera de la cancha. Eso ayuda a mantener un buen nivel.
¿Hay amistad?
Nos llevamos muy bien fuera de la cancha, hemos salido a comer con las familias, pero obviamente los dos sabemos que dentro de la cancha nos jugamos un puesto y ninguno de los dos puede aflojar. En los entrenamientos nos exigimos al máximo.
¿El Rifle Andrade te dijo algo de dónde lanzarte?
Sí, me dijo que me tirara a ese lado. Él estaba seguro de que iba a tirar para allá. Sí le hice caso al buen Rifle.
¿Ya le tomaste el pulso a ser portero del América por los halagos y las críticas?
Yo sé que la portería del América es distinta a la de otros equipos, todo el mundo te va a estar viendo, a muchos les vas a gustar a otros no. Siempre va a haber gente que tome lo negativo de las cosas, aunque no tenga nada qué ver. He estado más tranquilo, demostrarle a la gente que tengo para estar ahí en América, por algo estoy ahí, por algo he estado tanto tiempo y he conseguido todo lo que he conseguido.