El espacio reducido para los técnicos en la cancha del Nemesio Díez permitió que Miguel Herrera se acercara a la cabina del VAR para intentar observar si en la jugada del penal en contra de las Águilas existió falta, cayendo en una práctica que no está permitida según los lineamientos del video arbitraje.
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Fue hasta que el cuarto árbitro, Roberto Ríos, y el estratega azulcrema intercambiaron palabras en donde el silbante le solicitó al Piojo que se retirara de la zona.
Posteriormente, el que se acercó al lugar para ejercer presión fue el timonel de Veracruz, Hugo Chávez, quien también entró en diálogo con el juez hasta el momento en que el conjunto del puerto ejecutó la pena máxima.
