El 13 de enero de 1991 quedó marcado en la memoria de Alberto García Aspe, pues en la Jornada 17 de aquella temporada, él anotó tres de los cinco goles con los que Pumas venció al América (5-2) en Ciudad Universitaria, hecho que el excapitán no olvidará jamás.
“Fue un partido muy interesante, en el que yo venía regresando de una lesión en la rodilla y fue una temporada importante para mí después de casi no jugar un año completo.
“Nunca lo voy a olvidar porque no es fácil contra América hacer tres goles, ellos tenían grandes jugadores, pero se fue dando todo; fueron dos de tiro de castigo y uno en un contragolpe donde se definió de manera perfecta, ya luego se supo manejar el juego y se consiguió el 5-2, y después de ahí le dieron las gracias al técnico americanista (Dragoslav Sekularac), pero lo importante fue ante nuestra gente haber goleado al América”, dijo García Aspe a RÉCORD.
Pero Beto no sólo disfrutó de aquel juego, pues en la Final se volvieron a topar con las Águilas, hecho que para él fue importante, ya que pudo vencerlos y con ello sacarse la espina que le dejó haber perdido dos Finales contra ellos (1984-85 y 1987-88).
“Yo era muy joven, tenía 21 o 22 años. Luego jugamos la Final y quedamos campeones contra América, son de esos partidos que te quedan grabados en la memoria porque vivimos muchas cosas, por los tres goles que les hice y las Finales de antes, para mí eso repercutió.
“Esa temporada para Pumas fue excepcional en todos los sentidos, ganamos todo y lo consolidamos con el título, que para mí fue vital porque las primeras Finales las perdimos; fue mi última temporada con Pumas porque después me fui transferido al Necaxa, por eso para mí fue salir de la institución por la puerta grande ya con el título”, dijo.