El arribo de las Chivas a la Ciudad de México fue un completo caos. Cerca de 400 personas esperaron al equipo para mostrarles su apoyo a los jugadores de cara al Clásico de la Copa Corona MX ante América.
Todo parecía ir en completa calma hasta que 15 minutos antes de la salida de los jugadores, llegaron más aficionados y la seguridad de aeropuerto fue insuficiente para calmar a tanta gente.
La idea era que los jugadores salieran por un pasillo creado por los aficionados, pero muchos al ver a sus ídolos se desbordaron con tal de tener una foto o un autógrafo.
Entre empujones, manotazos y jaloneos salieron los futbolistas del Rebaño al autobús del equipo. Orbelin Pineda, Rodolfo Cota, Antonio Rodríguez y Carlos Salcido, fueron de los más asediados por la afición rojiblanca.
Tras abandonar la terminal aérea, jugadores y cuerpo técnico del Rebaño se trasladaron a su hotel de concentración en el sur de la Ciudad de México.