Las decisiones del silbante Fernando Guerrero influyeron totalmente en el marcador del Clásico Nacional, sobre todo la de anular incorrectamente un gol legítimo al América, al minuto 86', por un supuesto fuera de juego.
Pero el árbitro no sólo falló en esa determinación, a lo largo del partido tuvo varios yerros, entre ellos la amonestación al capitán del Rebaño, Omar Bravo, pues en la jugada que es pintado de amarillo, no hubo falta.
Por otra parte, en la aplicación de la ley de la ventaja, el infractor siempre resultó beneficiado.