La consecución del título del Barcelona en el Nuevo Los Cármenes, provocó que la afición blaugrana invadiera el campo después del silbatazo final.
Los seguidores del equipo culé no dudaron en saltarse la seguridad del estadio y de esta manera poder convivir con sus jugadores favoritos, quienes lograban el vigésimo cuarto título para los catalanes.
A pesar de que la gente buscaba ingresar a la parte de vestidores, las autoridades formaron una valla humana para evitar que la afición ingresara a dicha parte del Nuevo Los Cármenes.