El entrenador del Bayern Munich, Pep Guardiola, advirtió que a su equipo le queda la "bala" de la vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid, y que sus jugadores son más que capaces de darle la vuelta al marcador.
"Tras el partido (del miércoles) todos me dieron por muerto. Pero no estoy muerto: Me queda un partido, me queda una bala", aseguró el técnico español en la rueda de prensa previa a la jornada de la Bundesliga en la que podrían coronarse.
Consciente de que esa oportunidad final de lograr la Champions es todo un reto, el estratega español aclaró que está acostumbrado a las proezas, y de paso encontró el lado positivo de la desventaja en el Vicente Calderón.
"Aún tenemos 90 minutos. Y ya hemos demostrado que podemos conseguir algo así", apuntó Guardiola, que dijo sentirse "afortunado" por el reto de afrontar un marcador en contra.