El Manchester United derrotó 2-0 con más apuros de los previstos al Benfica, esto gracias a un gol en propia meta del guardameta Svilar y a un tanto de penalti de Blind.
Ahora los Red Devils necesita sumar sólo un punto en las últimas dos jornadas de la Champions League para lograr el ansiado boleto a Octavos de Final.
Los lusos, que sólo han derrotado al United en uno de sus 10 partidos en todas las competiciones, avisaron temprano con un disparo de Samaris que se marchó fuera por poco.
Sin embargo, la presión de los de casa dio sus frutos, y antes de que el reloj marcara el primer cuarto de hora, el brasileño Douglas tocó el balón con la mano dentro del área después de una magnífica jugada de Martial por el costado izquierdo en la que dejó sentado a todos y cada uno de los adversarios que se le pusieron en el camino.
El propio Martial fue el encargado de lanzar la pena máxima, pero Svilar adivinó el lanzamiento del francés para mantener a los suyos de lleno en el partido.
El United se fue poco a poco haciendo con el control del partido y empezó a jugar en campo rival, aproximándose cada vez a la meta de Svilar. El arquero belga evitó una mayor renta de los locales con dos intervenciones de mérito, ambas a un Lukaku con la pólvora mojada.
Svilar, eso sí, no pudo hacer nada en los compases finales del primer tiempo, cuando Matic sacó un disparo seco y raso desde unos 30 metros que repelió el palo izquierdo, la redonda le tocó en la espalda y se coló en el fondo de la portería rival.
El Benfica salió con más ganas a la vuelta de vestuarios y a punto estuvo de aprovechare de un United dormido. Primero Gonçalves obligó a De Gea a sacar una mano salvadora y después fue el palo el que evitó el empate a disparo de Raúl Jiménez tras un error grosero de Bailly en la salida.